A principios de este mes, un funcionario del gobierno vino a visitar nuestra clínica en el campamento. Fue una visita superficial, en realidad, algo para marcar en su lista de tareas. Le preguntó a nuestro director de proyecto, Augustin, si habíamos tenido alguna dificultad o problema recientemente. Desde hace varios meses, alguien consiguió romper el cerrojo de una de las ventanas de la farmacia y abrirla.
Nuestras ventanas tienen rejas, así que no pudieron entrar en la clínica, pero con unas largas cañas de bambú consiguieron sacar unas cuantas docenas de tubos de cremas y ungüentos por la ventana y, de paso, derribar otros montones de medicamentos. Augustin se lo comentó al funcionario y su respuesta nos tomó por sorpresa. Cada palabra era como una puñalada en el corazón para mis, respetuosos, amables e inteligentes colegas Rohinyá.
«Es exactamente por eso que el gobierno de Myanmar expulsó a estas personas de su país. Porque este es el tipo de cosas que hacen«.
«Señor», dije, «este no es un problema limitado a un grupo de personas. Este tipo de cosas ocurren en Estados Unidos, en Canadá, en otras partes de Bangladesh. Ocurre en todo el mundo«.
«¡Pero mira!» Dijo: «Aquí estamos tratando de ayudarlos y esto es lo que hacen».
«Así es la naturaleza humana», respondí, mientras seguíamos adelante. La conversación continuó con otros temas, pero sabía que sus palabras siempre permanecerían en el corazón de mis amigos Rohinyá. Han escuchado cosas similares sobre su pueblo demasiadas veces. Innumerables personas, tanto aquí en Bangladesh como en Myanmar, creen este tipo de cosas sobre los Rohinyá. Si esta es la visión que este funcionario tiene de los Rohinyá, ¿qué tipo de políticas propondrá para ellos en el futuro? Realmente me aterra.
– Alabado sea Dios por los países que han dado refugio al pueblo Rohinyá.
– Gracias a Dios que todos nosotros, independientemente de nuestra etnia o nacionalidad, somos bienvenidos en su reino.
– Oremos para que los funcionarios de los gobiernos de todo el mundo adopten políticas compasivas para el pueblo Rohinyá.