Perla tiene cinco años y vive en Malasia. Sus primeros años estuvieron rodeados de familia, amor y risas. Su padre, Ben, es bastante mayor en su cultura, pues tenía más de 35 años cuando nació Perla y ella era su primera hija. Ben pasó muchos años trabajando en Malasia antes de poder ahorrar dinero para traer a una esposa Rohinyá de Myanmar. La madre de Perla, Beauty, era joven y se adaptó rápidamente a vivir en Malasia. Su pequeña familia no tenía mucho dinero, pero parecía llevar una vida tranquila y había muchas risas.
Un día, el padre de Perla fue acusado de un grave delito contra un visitante extranjero. Fue detenido y mantenido en prisión. Nadie sabía exactamente lo que había pasado. Ben no hablaba bien el malayo y no pudo defenderse. A los cinco años, Perla no sabía por qué, pero ya nadie en su familia se reía. Incluso los niños parecían haber dejado de contar chistes y de sonreír.
Después de más de dos años en prisión, Ben pudo finalmente reunirse con su familia, su esposa y su pequeña hija. Debido a que su reputación estaba tan dañada, no tuvieron más remedio que abandonar su hogar y su comunidad.
Ben intentó establecerse en otro lugar y encontrar un trabajo, mudándose varias veces. Finalmente, acabaron en una ciudad lejana. Actualmente la familia vive en una pequeña casa en la ciudad, abarrotada con vecinos por todos lados.
En la comunidad hay otros cincuenta niños Rohinyá como Perla, pero no hay escuela. La madre de perla ha dado a luz a otro niño y desea que sus hijos tengan acceso a la educación.
– Oremos por una escuela para Perla y los demás niños Rohinyá de la comunidad
– Oremos por buenas oportunidades de trabajo para la familia y por empleadores amables que los traten bien.
– Oremos por todos los niños Rohinyá como Perla, para que conozcan el amor de Dios y sean consolados cuando los tiempos sean difíciles.