Los rohinyá son una minoría musulmana que ha vivido en el estado de Rakáine (conocido históricamente como Arakan) por generaciones. La historia de la región es compleja y no se resume fácilmente. La descripción general a continuación ofrece un resumen de algunas de las fechas y eventos clave que han tenido lugar.
El principio
La primera referencia histórica a los rohinyá fue en 1799, donde Francis Buchanan-Hamilton publicó su investigación «Vocabulario comparativo de algunas de las lenguas habladas en el Imperio de Birmania». El libro fue un estudio de los idiomas hablados en Birmania, y también proporcionó datos importantes sobre las identidades etnos-culturales y las identificaciones de los diversos grupos de población. [1]
Independencia
En 1948, Birmania se convirtió en una república independiente, llamada Unión de Birmania. Sao Shwe Thaik fue su primer presidente y U Nu se convirtió en el primero en ocupar el cargo de primer ministro. El nuevo gobierno aprobó la Ley de Ciudadanía de la Unión, reconociendo a los rohinyá como ciudadanos plenos de Birmania, dándoles todos los beneficios asociados. Los políticos se referían al grupo étnico con el nombre «rohinyá». [2]
La Exclusión Comienza
Un golpe de estado en 1962 vio al general Ne Win llegar al poder. Su nuevo régimen suspendió la constitución y disolvió la legislatura. Desde entonces, los sucesivos gobiernos birmanos han afirmado que los rohinyá no son de Birmania, sino que son bengalíes que emigraron ilegalmente a Birmania durante la época colonial británica. El gobierno militar resultó en la opresión de los rohinyá. Las políticas de exclusión abiertas, como la Operación Nagamin (1977), tenían como objetivo «examinar a cada individuo que vive en el estado», «designar ciudadanos y extranjeros de conformidad con la ley» y «tomar medidas contra los extranjeros que se han infiltrado ilegalmente en el país». Los rohinyá fueron brutalmente atacados y más de 200,000 mil personas huyeron a la vecina Bangladesh. [3]
Negación de derechos
En 1982 se aprobó la Ley de Ciudadanía de Birmania, excluyendo a los rohinyá de la lista de 135 «razas nacionales» reconocidas en el país. Fueron despojados de cualquier remanente de ciudadanía y efectivamente quedaron apátridas. A los rohinyá se les negó el acceso a la educación y el empleo, y se enfrentaron a restricciones inaceptables de movimiento, matrimonio y tener hijos.
Aumenta la Persecución
La persecución adicional en 1991 forzó a más de 250,000 rohinyá a Bangladesh. Estos refugiados informaron sobre trabajos forzados generalizados, ejecuciones sumarias, torturas y violaciones sexuales a manos del régimen militar birmano. [4]
Ataques Dirigidos
En junio de 2012, estalló la violencia generalizada en la región a medida que aumentaron las tensiones entre los rakáine budistas y los rohinyá musulmanes. El gobierno no intervino y la violencia se intensificó. Comenzaron a surgir informes creíbles de ataques selectivos y otras violaciones de derechos humanos contra los rohinyá por parte de las fuerzas de seguridad birmanas. [5] El 12 de julio de 2012, el presidente Thein Sein culpó abiertamente a los rohinyá por los problemas en Rakáine, afirmando que la única solución a la violencia sería enviar a los rohinyá a otros países o campos de refugiados.
Ciudadanía Revocada
La difícil situación de los rohinyá se confirmó en 2013 cuando Thein Nyunt, presidente del Nuevo Partido de la Democracia Nacional, argumentó que no se deberían hacer cambios a la ley de ciudadanía. No hizo concesiones en su defensa de la ley actual de 1982 cuando declaró: “La ley de ciudadanía está destinada a proteger nuestra raza; al no permitir que las personas con sangre mezclada tomen decisiones políticas [para el país], por lo que la ley es muy importante para la preservación de nuestro país.” [6]
Prohibición del Nombre ‘Rohinyá’
Aung San Suu Kyi le dijo al reportero especial de la ONU sobre derechos humanos que el gobierno evitará usar el término «rohinyá» para describir a una minoría musulmana perseguida en el noroeste del país. [7] El 22 de junio de 2016, Aung San Suu Kyi prohibió a los funcionarios del gobierno usar el nombre “rohinyá” en un intento de aliviar las tensiones entre los budistas mayoritarios del país y los musulmanes minoritarios.
Nuevo Brote de Violencia
El 25 de agosto de 2017, un nuevo brote de violencia provocó un éxodo masivo de rohinyá del estado de Rakáine. Los insurgentes rohinyá armados con cuchillos y bombas caseras atacaron más de 30 puestos policiales en el norte de Rakáine [8]; Esto causó una severa represión militar. Siguieron terribles historias de asesinatos en masa, violaciones y torturas. Los rohinyá acusaron a los militares, respaldados por multitudes budistas locales, de quemar sus aldeas y atacar y matar a civiles. El ejército de Myanmar negó haber atacado a civiles e insiste en que solo está luchando contra militantes rohinyá. Se estima que 655,000 personas cruzaron la frontera desde agosto de 2017. La ONU dice que la situación de los rohinyá es la «crisis de refugiados de más rápido crecimiento en el mundo».
[1] SOAS Bulletin of Burma Research, Vol. 1, No. 1, Spring 2003, ISSN 1479-8484
[2] Gregory B. Poling, Separating Fact from Fiction about Myanmar’s Rohingya
[3] [4] Burma Briefing, No.23 April 2013, Burma’s Treatment of the Rohingya and International Law, Burma Campaign UK
[5] Myanmar: Abuses Against Rohingya Erode Human Rights Progress, Amnesty International, 19 July 2012
[6] Islamophobia: Myanmar’s racist fault-line, Aljazeera, 30 April 2013
[7] Aung San Suu Kyi tells UN that the term ‘Rohingya’ will be avoided, The Guardian, 21 June 2016
[8] Myanmar: What sparked latest violence in Rakhine?, BBC, 19 September 2017