En este país, a las personas en situación de refugio no se les permite acceder al sistema educativo local, por lo que tienen que buscar opciones que son implementadas por su propia comunidad y/o ONG (Organizaciones No Gubernamentales) o instituciones benéficas.
Actualmente en nuestra zona hay unos 8 centros de aprendizaje que imparten educación a aproximadamente 1000 niños en situación de refugio. Sin embargo, se calcula que todavía hay 5.000 niños en edad escolar que no pueden acceder a ningún tipo de educación.
Al preguntar este año por el espacio para nuevos alumnos en los centros de aprendizaje, dos de ellos respondieron que tienen una lista de espera de más de 100 personas y que no pueden admitir más estudiantes por falta de espacio y de profesores.
A principios de esta semana tuve una conversación con una de mis profesoras refugiadas sobre sus propios hijos, de 9, 8 y 10 meses.
Me dijo que su hijo de 9 años había sido admitido en un centro de aprendizaje, pero que no encontraba plaza para su hija de 8 años.
Su clamor de ‘¡Quiero que mi hija vaya a la escuela, se lo merece!‘ me rompió el corazón y me hizo ver la magnitud de esta realidad: hay muchos niños sin acceso a educación alguna.
Mi respuesta para ella fue: ‘Alabado sea Dios, tal vez escuche nuestras oraciones’. Volvió a darme las gracias por orar para que Dios la ayudara.
Es como si Dios la viera y conociera sus necesidades. No la ha olvidado. La esperanza lo cambia todo.
Pedidos de oración:
– Oremos por los profesores de los centros de aprendizaje para personas en situación de refugio y sus retos diarios.
-Oremos por fuentes de financiación constantes y fiables para los centros de aprendizaje, de modo que los profesores y el alquiler puedan ser pagados sin interrupción.
– Oremos por el aumento de las oportunidades educativas para los niños y niñas en situación de refugio.