Mi enfoque para servir puede que no sea la manera más fácil de entablar relaciones significativas con las familias Rohinyás, pero sin duda es valioso, fructífero y un gran privilegio. Permanezco agradecida, incluso cuando es difícil y agotador, y cuando preferiría estar durmiendo, Él me da fuerza, amor que supera, y recursos suficientes.
Así es como todo comenzó. Al pensar en los Rohinyás las imágenes en mi mente de una hemorragia postparto fatal o de un recién nacido sin vida no me dejaban descansar. Me molestaba que el miedo a la incriminación, la falta de dinero para pagar las altas facturas hospitalarias y el posible trato injusto o duro robaran a muchos Rohinyás de embarazos saludables, partos y nacimientos seguros, y posiblemente incluso de la FAMILIA, que es una de las pocas posesiones que tienen. Mi experiencia en partería de repente inundó mis pensamientos con ideas de cómo podría ayudar a las madres Rohinyás y cambiar estas tristes historias estando presente para amar y ayudar.
Comencé con solo UNA familia, sin traductor del idioma principal, y con Dios a mi lado. Fue una alegría indescriptible servirle durante su parto y nacimiento. Desde entonces, ¡qué viaje ha sido! Con números en constante aumento, oportunidades interminables para amar y cuidar, y una esperanza creciente, servimos, educamos, asesoramos y asistimos a más de 100 familias (registradas) en cualquier momento. Día y noche, tenemos el desafío de mostrarles a JESÚS, contra nuestra carne (especialmente en las primeras horas de la madrugada), nuestra falta de recursos humanos y financieros, y la necesidad desesperada de comunicación en el idioma principal. Pero Dios hace posible los caminos cuando le damos nuestro SÍ.
Mi copa rebosa y definitivamente Dios está obrando mientras paso muchas horas con madres en labor de parto y a menudo con padres nerviosos. Tenemos tiempo para hablar sobre asuntos profundos y compartir esperanza para el futuro. El amor de mi Padre me permite consolar y asistir de maneras que nunca soñé posibles, y llevar a casa a tantos hermosos y saludables bebés. Nuestra esperanza siempre es introducir la verdad, la ESPERANZA eterna y la luz en la oscuridad según Él nos da la oportunidad. Pero la oportunidad de mostrarles Su amor es más que suficiente hasta entonces.
Estoy muy agradecida por la ayuda de otra partera/doula, pero creemos en más ayudantes. Dios es responsable del crecimiento, los resultados y los sueños que tiene para nuestras preciosas familias Rohinyás con las que nos ha bendecido.
- Oren para que más parteras/doulas se unan a nosotros en esta alegría y aventura.
- Oren para que Su carácter y amor brillen a través de nosotros a todas horas.
- Oren por la seguridad y salud de los Rohinyá que dan a luz en circunstancias no ideales.
- Oren para que los Rohinyá conozcan la esperanza eterna y la verdadera vida.